miércoles, 5 de octubre de 2016

Un Mar de Nubes

Esos sentimientos que te cuestan enfrentar y comprender, esas sensaciones tan difíciles de expresar, esas situaciones en las que todo te desborda, todo te duele y ya no puedes más... la poesía te salva, te libera, te escucha, te descarga, las palabras se funden con mi cuerpo para liberar mi mente y hacer algo mas llevadero ese infierno interno. 

UN MAR DE NUBES

Medimos las palabras,
medimos las miradas;
para luego desahogarnos
en una canción desesperada.

Intentamos expresar,
con frases y expresiones,
una bruma emocional
que no entiende de oraciones.

Intentamos explicar
a que huelen las nubes,
no es respuesta racional
decir que es el aroma de mi piel sobre tu almohada;
terciopelo verde,
besos de miel sobre la cama.

No hay objetividad
cuando dices que soy tu estrella,
cuando blasfemas y me elevas
a una perfección que no es cierta.
Sin embargo yo empiezo a volar,
a sentir con mis manos el perfume de las nubes.
Cierro los ojos,
me quedo muda,
solo escucho la sinfonía
que crean tu respiración y la mía.

En un abrazo me inunda,
me atrapa y atrae,
una ola candente de suave espuma.
Vivo en el fondo del mar,
en el hogar de las estrellas.
Habla mi sonrisa,
dice más que cualquier palabra en mi cabeza.


Pero entonces se turbia el agua,
algo empieza a fallar,
esas mullidas nubes estallan.
Es mi maldición,
mi propia tinta
que me ciega y ata el corazón.

Enmudecen mis ojos por dentro,
mi piel llora ácido,
reina en mi el silencio;
suena un parpadeo lento.
Quiero luchar,
quiero obviar,
quiero cambiar;
pero no se que quiero primero.

Se quiebran mis venas,
me vuelvo estatua inquieta.
Mi sangre se convierte en arena,
mi cuerpo ya no tiembla más que de miedo.
No siento apenas,
gritos exasperados me condenan.

De nuevo recurrimos a palabras,
pues mi mirada,
fría y desilusionada,
ya no habla.
Sufres frustración de entendimiento,
mientras no distingues
como yo muero por dentro.

No tengo palabras,
no tengo oraciones;
o tal vez si,
pero están desordenadas,
perdidas entre las velas apagadas.




Esas emociones,
miedos y temores;
se clavan como espadas
en los nervios de mi pecho;
rompiendo conexiones
que me unían con el cielo.
Miro a mi alrededor,
no veo,
no veo más que un sol oscuro
iluminando todos mis defectos.

Y no entiendes,
nadie entiende;
solo quiero ver la luna,
alcanzar las estrellas,
estar a su altura.
Pero no entiendes,
nadie entiende;
porque esas estrellas son mis dioses,
son los fantasmas de mis temores,
sombras que persigo asustada
que me destrozan,
que desgajan mi piel
y me presionan;
me atraen y enloquecen
volviéndome su sirviente.
Pero no entiendes,
nadie entiende;
que vivo atrapada
en una libertad creada,
que no tener barrotes me enjaula,
que tenerlos,
me hace desgraciada.
Pero no entiendes,
nadie entiende,
ni si quiera yo logro entender.

Miro, sufro y aprendo;
trato de tomar apuntes en mi cuaderno de carbono,
me hago fuerte y lo intento;
pero no es suficiente…
Me torturan los recuerdos,
no quiero ayuda,
pero siento que no puedo;
objetivos que me torturan
y hacen que me aleje de ti y tu cura.

No quiero más besos azucarados,
no me los he ganado.
No quiero consuelos de algodón,
no son fundamentados.
No quiero más caricias de seda,
ya no disfruto igual con ellas.

Puede que eche de menos tus abrazos,
puede que recuerde con dulzura el yogur en mis labios;
con nostalgia y frustración,
porque sé que el aceite soy yo.

No puedo esperar que comprendas
mi química emocional,
mi mente y piel complejas.
Sufro mientras sufres,
sufro por sufrir,
sufro porque es mi naturaleza
alertarme cuando soy feliz.

Y es que no hay razón,
pero la tengo toda,
solo estoy buscando la canción adecuada
para tantas letras desperdigadas.
Es la forma de encontrarla:
buscar notas,
probar,
seguir buscando
y exigir un poco más.




Se hace arduo el camino,
peciolos inocentes y asesinos.
¿Será este el mío
o debo seguir testando recorridos?
Yo elijo mejorarme,
aunque sufra en el desvío.
Destrozo ramas en el camino,
se me clavan en las llagas
de mi hígado descosido.

Odio alejarme,
esta vez es más difícil;
pero no puedo seguir,
no soporto la idea de rendirme,
de resignarme y  no ser feliz.

Puede que haya otra manera,
que solo deba andar,
que solo deba fluir,
que solo deba dejarme llevar.
Puede que haya otra respuesta,
para disfrutar sin huir,
para vivir por siempre en un mar de nubes.
Pero no me deja mi cabeza.
Necesito volver a empezar,
reconstruirme entera.
Aunque nunca olvide
todo lo que soy y era.

Las despedidas a veces nunca acaban,
a veces nunca empiezan,
a veces son falsas,
a veces verdaderas;
a veces muy deseadas
otras totalmente desesperadas.
Medimos las palabras,
medimos las miradas,
para luego desahogarnos

en una canción desesperada.







1 comentario:

  1. DOS PALABRAS

    Tormenta en calma
    Dulce olor a mar
    Besos en la cama

    Dos palabras
    Que se entrecruzan
    Y intercambian miradas

    Caricias que nunca terminan
    Hasta estallar en llamas
    Palabras que no gustan,
    “Hasta mañana”

    Abrazos infinitos
    En plena madrugada
    Risas contagiosas
    Paseos por la playa

    Dos palabras suenan
    Corriendo enamoradas
    Buscando con deseo
    Otra carcajada

    Fuego eterno el de tus labios
    Fríos como la hiel
    Que acaban suavemente en tu boca
    En forma de besitos de miel

    Visitas a lugares
    Donde perdernos otra vez
    Piel suave y mullida
    Que me hace perecer

    Un grito desconsolado
    Buscando un por qué
    Ganas de volver a verte
    Y perderme otra vez

    No quiero resucitar
    Si en el nuevo amanecer
    Tu sonrisa perfecta
    No vuelve a aparecer

    No decaigas nunca
    Son solo piedras en el camino
    Que hacen tu vida más complicada
    Pareciéndose a un castigo

    Mi mano siempre te alcanza
    Alegrarte el día es mi sino
    Para que esas dos palabras
    En tu boca encuentren un camino

    Canciones del ayer
    Resuenan como ladridos
    Esperando que esta tarde
    Quieras estar conmigo

    Dos palabras que cantan
    Como un alegre jilguero
    Dos palabras que se lanzan
    A tu alma cual valiente caballero

    Dos palabras que expresan
    Como un hermoso florero
    Las increíbles caricias
    Traídas del mismo cielo

    Dos palabras que se buscan
    Como el indio al vaquero

    Dos palabras que acaban
    Fusionándose en tu cuerpo
    Solo para decirte una sola cosa
    TE QUIERO.





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